El exceso de sodio está directamente relacionado con infartos, insuficiencias renales y obesidad. Todas estas enfermedades, además de su alto costo de tratamiento, son evitables con una buena nutrición.
Por eso, hacia fines del año pasado el Ministerio de Salud encargó al Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta) de la Universidad de Chile, un estudio respecto de los límites recomendables para los nutrientes más críticos: sal, azúcar y grasa saturada.
"El Inta hizo una recomendación para el caso de la sal y corresponde a los 300 milígramos por porción. Esta es una medida global que debe analizarse para cada tipo de alimento", explicó el subsecretario de Salud Pública, Jorge Díaz.
Díaz explicó que la medida está basada en principios estadísticos y en base a las 15 o 20 porciones de alimentos que los chilenos comen diariamente. Todo, para ajustar el consumo de sodio a los cinco gramos que aconseja la OMS.
El indicador, será ahora revisado por un nuevo Comité Asesor de Alimentos y Nutrición que asesorará al Minsal y que ajustará la medida a los diferentes nutrientes envasados, considerando para ello los requisitos de su elaboración y el promedio de consumo en las dietas comunes, entre otros factores.
Con esta medida, además, se hará cumplir la ley que regula la publicidad y venta de alimentos poco saludables, que estaría aprobada en marzo próximo. La normativa, una vez en vigencia, obligará a las empresas a rotular como "alto" en azúcar, sal o grasa saturada, los productos envasados declarados poco saludables, cuando estos superen los indicadores máximos que definirá el Minsal.
Los alimentos de esta categoría no podrán ser comercializados en colegios, pero sí en las universidades.
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