El carácter limitado de los recursos pesqueros mexicanos, junto con la disponibilidad de cuerpos de agua inclinarán la balanza hacia la acuicultura como una alternativa para propiciar el desarrollo de dicha actividad.Por otra parte, la gran demanda de especies como la tilapia, el bagre, la trucha y el camarón blanco, facilitará la incursión de los productores agropecuarios en la acuicultura.
Asimismo, las campañas públicas y privadas que promueven el consumo de productos pesqueros y acuícolas por sus beneficios para la salud del consumidor, así como las ventajas que ofrecen estos alimentos por su precio, contribuyen de manera paulatina a una mayor demanda.
Situacion actual
México ocupa el lugar 16 a nivel mundial en la producción acuícola y pesquera. En los primeros seis meses del 2010, el 31% de las exportaciones agroalimentarias tuvieron su origen en este sector. En los últimos tres años se han producido 1.71 millones de toneladas de productos acuícolas y pesqueros, aproximadamente. La inversión pública sectorial para el 2010 ha superado los U$170 millones, destinada principalmente al desarrollo de infraestructura y a la formación de los productores.
El país posee un gran potencial de desarrollo en actividades acuícolas debido a sus condiciones de
infraestructura, tecnología y desarrollo científico. De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Pesquera (CANAINPES), la acuacultura mexicana aún está por alcanzar su justo lugar como propulsora de la economía regional.
México exporta a cerca de 50 destinos, aunque las ventas se concentran en el mercado estadounidense, el cual destinada a mercados externos. El abulón y el camarón son las especies con mayor demanda en el exterior, si bien el atún, el ostión, el tiburón, la sardina y la langosta también tienen tienen un buen mercado.
La acuacultura se practica en casi todo el país con base en las siguientes modalidades:
• Extensiva con sistemas abiertos y cerrados (presas, ríos, lagunas)
• Intensiva y semi-intesiva, en jaulas, encierros, líneas suspendidas, estanques artesanales de tierra, canales de corriente rápida, estanques de concreto, cubiertas plásticas, entre otros.
La acuacultura mexicana tiene como base el cultivo de siete especies extranjeras --carpas chinas, tilapia, bagre, trucha, langostino, ostras japonesas y mejillones (choritos)-- y cinco nacionales --camarón blanco del Pacifico, ostra americana, abulón, almejas y langostinos. En la mayoría de los casos la tecnología es importada de Estados Unidos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología (INE), los centros acuícolas concentran la producción de huevos, crías, alevines, semillas, larvas o postlarvas para la siembra o engorda en cuerpos de agua, granjas o unidades de producción. Existen 38 centros que reciben apoyo gubernamental y son operados de manera conjunta por instituciones públicas. Dichos centros generan el 43% de la producción nacional; el porcentaje restante queda en manos de productores privados. En éste último caso se registra un pujante incremento de la producción en pequeño, que progresivamente se está tecnificando en respuesta a los requerimientos de los mercados interno y externo.
En materia institucional, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), órgano desconcentrado del Ministerio de Agricultura de México, se encarga de diseñar e implementar las políticas, normas y programas sectoriales. La CONAPESCA a su vez es asesorada por el Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA), entidad especializada en desarrollo, tecnología e investigación. El INAPESCA, cuyas actividades se enfocan en los grupos vulnerables, es responsable del Programa nacional de investigación en ciencia y tecnología en pesca y acuacultura, así como de la Red nacional de información e investigación en la materia y del Centro nacional de capacitación, que trabaja de forma directa con los productores.
En el ámbito gremial, algunos de los productores son representados por la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola (CANAINPES) y por el Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas (COMEPESCA), éste último dedicado a la promoción del consumo.
En el rubro académico, alrededor de 35 universidades públicas y privadas forman profesionales en Acuicultura, Administración Acuícola, Biología pesquera, Ciencias acuícolas, entre otras disciplinas; sin embargo el perfil de quienes se involucran en el ámbito aún tiende a relacionarse con la oportunidad o la tradición generacional.
Entre las universidades e institutos especializados, destacan el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas del Instituto Politécnico Nacional y el Centro de Investigaciones Biológicas del Noreste, entidades sólidas en la producción de investigación y tecnología para el sector. Vale la pena señalar que estas instituciones cuentan con una amplia experiencia en cooperación técnica, misma que se traduce en el intercambio de expertos e información, la transferencia de tecnología con otras naciones, la firma de convenios de colaboración con otros países (incluyendo un acuerdo binacional con Chile, en el caso del INAPESCA).
Fuente: Consejería Agrícola de Chile en México©
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